Nací en Málaga y actualmente vivo aquí. No siempre ha sido así, he vivido en otras ciudades como Salamanca y Sevilla por estudio y trabajo, aprovechando que me encanta viajar, elegí seguir formándome fuera de casa, por tener la experiencia de vivir en otra ciudad, conocer otras costumbres y personas.

¿Por qué psicóloga? Siempre he tenido ese gusanillo de querer ayudar a los demás y hacer que las personas de mi entorno se sintieran bien y cómodas, creo que principalmente por tener mucha sensibilidad a notar cómo se sienten los que están a mi alrededor y ser muy observadora. 

Observar, es algo que desde niña he hecho, supongo que cuando sea una viejecita seré de esas personas que se sienten en un banco a mirar la gente pasar y escuchar ese momento de conversación (si te hago una pequeña confesión, ya lo hago, pero no se lo digas a nadie). No te asustes, observo desde la curiosidad, me llama mucho la atención la forma en la que interaccionamos, nos comunicamos con los demás y con nosotros mismos. 

Supongo que por estas razones me decidí a ser psicóloga, por eso, y porque mi padre me decía siempre “estudia lo que quieras menos psicología” (lo decía medio en broma, aunque él es psicólogo, así que el otro medio iba en serio).

Bromas aparte, para que conozcas algo más sobre mí, aunque esto de presentarse y definirse a uno mismo siempre me ha resultado difícil, te cuento algunas cosas que me gustan o un poco más íntimas…El mar es para mí ese lugar de respiro, de calma y que me ayuda a pensar en soledad, aunque también ha sido y es un lugar donde compartir buenos momentos con mi gente. 

Me encanta el cine, leer y los animales… ¡Ah! Y comer, comer rico, no soy la más cocinita, pero hago las mejores ensaladas del mundo. Y te diría que si tuviera que fantasear con qué habría hecho si no fuera psicóloga me habría gustado ser actriz o algo relacionado con el mundo artístico (soñar es gratis).

Ahora que me conoces un poco más, te explico cuál es mi formación y mi forma de trabajar.